Portátil Apple MacBook PRO 15’’ 2015: Evolución Incompleta


Imagina que acudes al Apple’s Spings Forward y cuando llega el turno de la familia MacBook Pro te encuentras con lo que parece el mismo portátil que presentaron el año pasado. ¿Decepción? Seguramente si el equipo lo presentara alguien distinto a los chicos de Cupertino la respuesta sería sí pero, como ya sabemos, el mundo Apple es diferente, y conforma su propio universo paralelo.

Sentido de identidad

El diseño de aluminio cepillado, esquinas redondeadas, cómodo teclado isla y generoso touchpad han acompañado a la gama Pro de los portátiles “Macintosh” durante los últimos 7 años, convirtiendo este acabado en su seña de identidad.

Podríamos decir que hoy en día todos somos capaces de reconocer un Mac de un vistazo, ya sea en una tienda, la casa de un amigo o una serie de televisión. ¿Puede haber mejor publicidad para un producto que este reconocimiento? Creemos que no y lo que es más importante, si tu diseño gusta y convence, ¿para qué cambiarlo?

Renovarse o..... renovarse

Además de una buena primera impresión, nadie duda ya de que parte del reconocimiento que reciben estos equipos se la han ganado ofreciendo un rendimiento excepcional y una fiabilidad no siempre presente en sus competidores. Para seguir a este nivel es necesario algo más que la pura estética y en esta ocasión algo falla.
Configúralo a tu gusto
Antes de profundizar en el análisis del modelo que recibimos en el laboratorio, conviene recordar (o informar a quienes no lo sepan) que Apple ofrece cierto grado de flexibilidad a los usuarios que deseen adquirir uno de sus equipos. Sobre un mismo chasis y manteniendo en todos los modelos características corno la pantalla Retina de 2.880 x 1.800 pixeles o los 16 GB de memoria RAM, tendremos la posibilidad de elegir entre tres procesadores diferentes (a 2,2, 2,5 o 2,8 GHz) y capacidades de almacenamiento entre los 256 GB y 1 TB, siempre, eso sí, en almacenamiento flash PCIe, de ninguna manera con los tradicionales discos mecánicos. HDD Nosotros evaluamos el modelo intermedio, con procesador Intel Haswell a 2,5 GHz y con unidad de estado sólido de 512 GB.

¿Qué ha cambiado este año?

En un repaso rápido a las especificaciones del equipo nos encontramos en una especie de ‘día de la marmota’ o ‘déja vu’ con respecto al modelo que nos presentaron el año pasado. La misma pantalla, la misma memoria y, lo más llamativo, el mismo procesador.

A priori (sólo a priori) el único cambio que encontramos lo representa la tarjeta gráfica dedicada, en la que Apple recupera su apuesta por AMD y releva la vieja GeForce GT 750M abriendo paso a la nueva serie Radeon M 300, eso sí, en una gama especial para equipos Apple, con sonadas diferencias con respecto a la gama PC, como la memoria gráfica (2 GB GDDR5 para Mac vs 4 GB DDR3 para PC) 0e] ancho de banda (72 GB/s frente a los 35,2 de los modelos PC).

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